Desde su descubrimiento en febrero de 1930 por parte del astrónomo americano Clyde William Tombaugh hasta su descenso de categoría en agosto de 2006, el pequeño Plutón ha vivido envuelto en controversias. Ya desde el principio la gran excentricidad e inclinación de su órbita respecto a la eclíptica causaron un gran revuelo entre la comunidad científica, con no pocos astrónomos que no compartían que se le considerase un planeta, aunque finalmente fue aceptado como tal.