En unos pocos años a partir de ahora se inaugurarán una serie de nuevos observatorios. Alguno estará en órbita y otros tendrán base en nuestro planeta. Les invito a conocerlos y para ello empezaremos por uno grande, muuy grande: el E-ELT (European Extremely Large Telescope, o Telescopio europeo extremadamente grande) del Observatorio Europeo Austral, o ESO.
En el mundo existen tres lugares que son especialmente adecuados para la observación astronómica, dado que las condiciones de limpieza de cielo, número de noches despejadas y atmósfera estable son excepcionales. No es de extrañar que estos lugares cuenten con observatorios astronómicos de primer nivel y cuenten con los telescopios más importantes en servicio. Estos sitios son Hawaii, Canarias y el desierto de Atacama en Chile.
En el mundo existen tres lugares que son especialmente adecuados para la observación astronómica, dado que las condiciones de limpieza de cielo, número de noches despejadas y atmósfera estable son excepcionales. No es de extrañar que estos lugares cuenten con observatorios astronómicos de primer nivel y cuenten con los telescopios más importantes en servicio. Estos sitios son Hawaii, Canarias y el desierto de Atacama en Chile.
Precisamente en este último enclave es donde se está construyendo el E-ELT, en Cerro Armazones, que se encuentra a unos 3060 metros de altitud.
Cerro Armazones iluminado por el Sol poniente. El paisaje árido no se ha elegido al azar, como veremos. Fuente: ESO/G. Lombardi.
Varios fueron los lugares candidatos estudiados detenidamente para la ubicación de este auténtico leviatán, quedando finalistas el observatorio del Roque de los Muchachos en la isla canaria de La Palma y Chile. Finalmente el ESO se decantó por el país andino ya que cuentan con una notable infraestructura allí (el observatorio de Paranal con el VLT, por ejemplo, a unos pocos km de Cerro Armazones) y logísticamente era más adecuado. Aparte de eso, la decisión de EEUU de construir un telescopio de 30 metros de diámetro (el TMT, Thirty-Meter Telescope) en Hawaii estudiaría el cielo en el hemisferio norte, por lo que era lógico ubicar el E-ELT en el hemisferio sur para así poder cubrir toda la bóveda celeste.
Dado que este telescopio observará en la banda óptica e infrarrojo cercano, interesa que la atmósfera sea lo más seca posible, ya que las moléculas de agua absorben esta radiación. Por eso el desierto de Atacama es un lugar ideal, ya que la humedad atmosférica es mínima.
La calidad del cielo en Cerro Armazones está fuera de toda duda, tal y como se puede apreciar en esta espectacular imagen. Abajo a la derecha se distingue una de las Nubes de Magallanes. Fuente: ESO
Aspecto que lucirá el E-ELT una vez concluida su construcción. Para hacerse una idea de su descomunal tamaño, se han puesto vehículos aparcados en su exterior. Fuente: ESO